Basado en aportaciones de verdaderos expertos en redes sociales y los comentarios de los propios radioescuchas, procedo a hacer una pequeña lista de los más comunes (y odiados) errores twiteros.
No completar la BIO
Es el error más frecuente y diseminado en Twitter. Si el fin de meterse a esta red social es iniciar una conversación, lo mejor para romper el hielo es tener una buena bio de 160 caracteres que nos describa y diga que somos y lo que nos interesa. No importa si sólo le ponemos "comegalletas compulsivo", o si nos autodenominamos como "príncipe de toda la galaxia", o incluso si sólo ponemos un lacónico "periodista". Se trata de hacer que nuestro potencial follower sepa a quién va a seguir.
Proteger los twits (y quejarse de no tener followers)
Sinceramente, no se me ocurre un pretexto válido para que alguien quiera proteger sus updates, excepto que sea un super agente secreto que quiera mantenerse en el anonimato, o por lo menos alguien que quiera mantenerse alejado de los spammers y los troles (en cuyo caso debieran mejor abstenerse de tener cuenta en Twitter). Pero como el 99.99% de los usuarios somos gente completa y totalmente normal, pues entonces no hay razón válida para no dejar que los demás vean lo que twiteamos. Twitter se basa en el principio universal de dar y recibir.
No actualizar el estado (y quejarse de no tener followers)
Una cosa es proteger las actualizaciones, y otra muy distinta es no escribir absolutamente nada. Twitter es interacción, es conversación, es hacer algo, así que ponte a escribir, por favor, si quieres que alguien te siga. Tener una cuenta en Twitter sin actualizarla, y luego quejarse por no tener followers equivale a meterse a una fiesta sin platicar con los asistentes, y luego decir que la fiesta estuvo horrible.
Vínculos rotos o erróneos en el perfil
Lo bonito de Twitter es que además de permitirnos poner todas nuestras bobadas también nos da oportunidad de colocar vínculos a otras de nuestras actividades o intereses. Aunque parezca extraño, muchísimos perfiles llevan a callejones sin salida y vínculos rotos o erróneos. Esto puede hablar bastante mal de uno, sobre todo si se ostenta como 'experto' en el terreno de las redes sociales, o peor aún, si uno proporciona su cuenta en un currículum y resulta que el link está equivocado. Verificar los vínculos de vez en cuando no hace daño.
Colores y combinaciones que hacen el texto ilegible.
Aún cuando mucha gente usa agregadores de escritorio o basados en web, la enorme mayoría de la gente sigue usando Twitter de la manera clásica: yendo a la página de Twitter y leyendo el Time Line (TL) de los que piensan seguir. El sistema permite hacer combinaciones de colores y hasta la integración de fondos personalizados, pero hay quienes llevan esto demasiado lejor y crean un TL simplemente ilegible, sobre todo cuando usan combinaciones con poco contraste. Muchos followers potenciales simplemente abandonan la idea de seguirnos cuando no pueden leer lo que escribimos.
La invasión del RSS compulsivo (actualizaciones de todo)
Con la popularidad de Twitter vino la integración automática de actualizaciones de otros sitios (YouTube, Facebook, Orkut, Live, Blogger y otros virus). Esto es cómodo a veces, pero cuando un TL se llena de actualizaciones y no deja ver a la persona detrás de la cuenta es un candidato idóneo para el unfollow. Se trata de conversar, no de usar Twitter como pregonero o replicador. A los medios tradicionales (periódicos, radio, TV) les encanta cometer este error, pero bueno, de ellos no podemos esperar otra cosa (son medios al fin y al cabo)
No tener avatar
Es como gritar a los cuatro vientos: "Soy nuevo, no sé nada, no comprendo qué es Twitter". Un buen avatar es indispensable para complementar nuestra imagen deseada en Twitter. No es conveniente usar imágenes de otras personas (gente famosa, por ejemplo), pues esto remite a una persona insegura.