Jesús volvió al templo. Entonces los escribas y fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio y le dijeron: “La ley de Moisés manda apedrearla”. Jesús les contestó: “Quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Uno a uno se fueron yendo los escribas y fariseos (o sea los “separados”, que afectaban rigor y austeridad, pero eludían el espíritu de la ley).
Eso dice Juan el Evangelista (del adúltero no dice nada). Jesús despenalizó a la adúltera. Los fariseos de hoy dirían que promovió el adulterio.
Hay dos maneras radicalmente diferentes de vivir la religión. Hay una religión de amor y de paz, de fraternidad universal, de justicia y caridad. Otra que es prohibición, inquisición, dogma, represión, condena, pecado, castigo y culpa, jerarquía.
Una cosa es que cada quien tenga la libertad de adoptar la creencia que más le convenga a la paz de su alma; y otra, opuesta, es que una institución religiosa esté empeñada en incidir en las leyes civiles y en presionar a las autoridades para prohibir lo que a su especial criterio es antinatural; y querer proclamar “lo natural”, como ley civil obligatoria.
No puede un dirigente religioso tener tanta confusión mental entre lo que es natural y lo que es moral, según el decálogo de Moisés, o según la propia conciencia; y mucho menos confundirlo con las normas obligatorias de convivencia civil, bajo castigo terrenal en caso contrario. Le hace falta la claridad mental.
Natural es que los y las adolescentes tengan deseos sexuales: es su instinto. Natural es que viudas, solteras y monjas sientan su sexualidad. Natural es que cualquier persona llegue a ambicionar los bienes ajenos. Natural es que los varones se sientan atraídos por varias mujeres y que las mujeres se sientan atraídas por muchos varones.
Antinatural es el celibato y antinaturales son las sociedades de convivencia unisexual, como conventos y seminarios, que han propiciado la pederastia y el abuso a menores, que además de antinatural es criminal. Como criminal es la complicidad de quienes dirigen esas instituciones. Después del informe de la Comisión Murphy en Irlanda y las revelaciones sobre Marcial Maciel, lo han tenido que reconocer en lo más alto de su jerarquía.
Antinatural es también negar a los jóvenes que conozcan sus cuerpos en los textos escolares, porque “fomentan el vicio”.
Por cierto, hablan de iglesia como entelequia sagrada, y equiparan sagrada a jerárquica, cuando eklesia quiere decir asamblea donde se toman las decisiones de manera colectiva.
No quieren libertad religiosa. Quieren imposición jerárquica en la vida civil. No se puede olvidar que fueron parte integrante del poder opresor colonial. Son directos continuadores de la institución que marcaba de por vida a los hijos de Dios como desiguales en sus libros de registro sacramental (que era el único registro del estado civil) haciendo indelebles y vitalicias las discriminaciones sociales por motivos raciales, llegando incluso a negar la oportunidad del sacerdocio por motivos de raza.
Por sus frutos.